Esta sección se presenta dificultosa porque no solo obliga a entrevistar a familiares residentes aquí y que estos me concedan su colaboración, sino que deben contar con la aprobación y beneplácito de los familiares alejados. Suele decidir que va por delante el hecho de que son aportaciones sin fines de lucro.
Otra de las inquietudes es que no podré darle cabida a todas las familias (algunas muy conocidas), que fueron pilares indiscutibles de la formación de nuestra ciudad y sociedad. Siendo evidente que las referenciadas reprentarán a todas las demás... Esta primera corresponde a la famila: Alba- Miguélez.
Gonzalo y Emérita en La Bañeza - 1930:
El joven Gonzalo Alba Flórez, hijo de los bañezanos Felipe e Inés, nace en La Bañeza en el año 1905, se convierte en un muchachote muy conocido y apreciado, pues desde temprana edad trabajará como agricultor, en las importantes fincas de sus padres y atendiendo las exigencias del ganado vacuno lechero que poseían.
Como característica personal destacable sobresale su trato paciente y bonachón para con todos y, muy en especial, para la joven Emérita Miguélez Zapatero, bañezana nacida en 1910, a quien no tarda en proponerle matrimonio, casándose en el año 1929.
Esta pareja procrea ocho hijos: Leonor, Felipe, Avelina, Inés, Gonzalo, Antonio, Teresa y Josefina. Leonor, nace en 1930 + 1988. Felipe, nace en 1931, Avelina, nace en 1932, Inés, nace en 1934. Gonzalo, nace en 1937 + en 2000. Antonio, nace en 1941+ 1982.Teresa, nace en 1942. Josefa, nace en 1949.
(Fotografías y datos facilitados por Felipe Alba)
Emérita, además de las labores del hogar y la crianza de sus hijos, colaboraba con las exigencias de atender el ganado de la casa y despachar la leche a los compradores. Aunque en los últimos siete años de su vida estuvo muy enferma, siendo ayudada por los hijos mayores que "sisaban" algunos céntimos del dinero recibido de las ventas. La madre (al igual que la mayoría de madres), pasaba por alto tales deslices porque eran tiempos de escasez, haciéndoles creer que no se daba cuenta.
Esta hacendosa mujer aquejada de importantes dolencias fallece en 1949, a la edad de 39 años. Lo que ocasiona fuertes desajustes en el hogar que debieron enfrentar su esposo Gonzalo y los hijos dejados. El temple del amoroso padre, lo demostró levantando y educando a sus hijos hasta su muerte, acaecida en 1957.
Es bien conocido aquí que Gonzalo, uno de los hijos, marchó para Granada con su cuñado Pepe, estableciéndose posteriormente en Almería donde hizo: ¡Mucha Bañeza"! Es de sobra conocido que otro de sus hijos. Felipe, ha sido Concejal del Ayto. Bañezano, hasta finales del pasado año. Gozando del aprecio de quienes le trataron, tanto por su bienhacer profesional, como por el sencillo trato que dispensa a cuantos le tratan.
Esta hacendosa mujer aquejada de importantes dolencias fallece en 1949, a la edad de 39 años. Lo que ocasiona fuertes desajustes en el hogar que debieron enfrentar su esposo Gonzalo y los hijos dejados. El temple del amoroso padre, lo demostró levantando y educando a sus hijos hasta su muerte, acaecida en 1957.
Es bien conocido aquí que Gonzalo, uno de los hijos, marchó para Granada con su cuñado Pepe, estableciéndose posteriormente en Almería donde hizo: ¡Mucha Bañeza"! Es de sobra conocido que otro de sus hijos. Felipe, ha sido Concejal del Ayto. Bañezano, hasta finales del pasado año. Gozando del aprecio de quienes le trataron, tanto por su bienhacer profesional, como por el sencillo trato que dispensa a cuantos le tratan.
Etiqueta utilizada por la Razón Social Bañezana para sus vinos:
La familia Alba Miguélez, está emparentada con la numerosa y tradicional familia "Boño" que, como conoce la mayoría, dada su actividad en la explotación de comidas en "Casa Boño", llegaron a marcar un hito y que muchos platos llegaran a ser conocidas en todo el país y más allá...
Comenté esta entrada con Benito Aguado, gran amigo de las familias aludidas, éste me dice: -"Mira Pepe, te voy a obsequiar algo que te gustará. Busca en su lugar y me entrega la Etiqueta alusiva, haciendo buena reseña del éxito y alcance que los vinos y varios de sus platos, al paso de los años, llegaron a conseguir .
Hay que rendir un reconocimiento a Conchita, Felisa, Teresa, Julio, Santiago y demás familiares que lograron situar a su restaurante, en la cima de los buenos gourmet de toda España y diversas partes del mundo. Aún se recuerda con cierta nostalgia el cierre de esta casa, en la que además de buenos platos se gozaba de una atención personalizada que atraía, haciendo sentir a los comensales que eran de casa...
Con los años los Alba- Miguélez, entroncan también con la familia Carrera - Merino del Polvorín, ya que una de las hijas, Teresa, contrae matrimonio con José Carrera Merino ("Pepe Piva"), hijo de Román y Manolita, residentes en el barrio de nuestros quereres: "El Polvorín".
La familia Alba Miguélez, está emparentada con la numerosa y tradicional familia "Boño" que, como conoce la mayoría, dada su actividad en la explotación de comidas en "Casa Boño", llegaron a marcar un hito y que muchos platos llegaran a ser conocidas en todo el país y más allá...
Comenté esta entrada con Benito Aguado, gran amigo de las familias aludidas, éste me dice: -"Mira Pepe, te voy a obsequiar algo que te gustará. Busca en su lugar y me entrega la Etiqueta alusiva, haciendo buena reseña del éxito y alcance que los vinos y varios de sus platos, al paso de los años, llegaron a conseguir .
(Etiqueta facilitada por Benito Aguado)
Con los años los Alba- Miguélez, entroncan también con la familia Carrera - Merino del Polvorín, ya que una de las hijas, Teresa, contrae matrimonio con José Carrera Merino ("Pepe Piva"), hijo de Román y Manolita, residentes en el barrio de nuestros quereres: "El Polvorín".
Puede apreciarse en la fotografía debajo a Pepe con sus hermanas, quienes aún trabajan en la peluquería fundada por ellas en nuestra ciudad y a la abuela Quica. Quien sería la cuidadora y protectora de todos, porque los padres de los infantes salían por los pueblos cercanos a ganarse la vida.
La abuela Francisca Alonso Sastre, José, Loli y Orosi (niños) en La Bañeza:
La abuela señora Francisca bastante longeva años después de lo que representa la fotografía que lo ilustra, fue para quien esto escribe, entre otros beneficios, salvadora de su pie derecho.
Vivíamos frente por frente en la calle de Santa Marina Baja del Polvorín (aún de tierra y piedras), donde los niños jugábamos a todos lo juegos de entonces. En la ocasión estaba solo y en vez de darle el puntapié a una pequeña pelota... ¡Plas! Le pegué con todas las ganas a una piedra bien encajada, produciéndome un dolor de desmayo.
La forma de berrear alertó al vecindario y menos mal que la señora "Quica", salió y me llevó para su casa. Me sentó en una silla y comenzó a darme unos masajes con un ungüento que ella guardaba (era la encañadora del barrio) hablándome de paso, muy dulcemente y prometiendo que quedaría como nuevo en unos instantes.
No las tenía todas conmigo pero fue una bendición lo que sus manos hicieron ahí, porque se pasó el dolor y el daño, como por arte de magia. Ella sólo decía: "cuando venga Manolita, ya le dirá a Tina, lo que pasó. Ahora te llevaré a tu casa para decirle a tus padres que dormirás en nuestra casa con Pepe, por si te vuelve el dolor. ¡Verás que bien lo vais a pasar"!.
¡Vaya que sí lo pasamos de bandera! Pues ambos nos llevábamos muy bien, igual que nuestras familias. Ya se sabe que, entonces, el vecindario en todo el barrio y, en especial, en la calle de Santa Marina Baja, era extraordinario. Se apreciaba una camaradería y apoyo entre todos, lo que ayudó mucho a que la mayoría saliéramos: "gente de bien".
(Fotografía facilitada por las hermanas Loli y Orosi)
El matrimonio Pepe y Tere, se traslada a Granada donde aún permanecen "haciendo bañeza". Se da el caso que, en visita que les hice hace varios años, tuve oportunidad de recorrer con Pepe en plan de trabajo, poblaciones rurales de aquella provincia. En el recorrido comprobé que mi amigo, era muy apreciado por su profesionalidad y trato, solucionando todos los problemas que le presentaron. Incluso muchos le pedían no tardar tanto en volver a sus casas, ya que para ellos trasladarse a Granada les era tan complicado, como para él ir a su tierra. ¡Eso se llama "hacer bañeza"!
Ciertamente, en la época de las fotografías; quien iba a decir que todos nosotros seríamos lo que somos y que las familias mencionadas, se hubieran incrementado con alianzas que se fueron presentando, para cada uno de los que aparecen en la composición fotográfica. Sobre todo, en eso de "hacer bañeza", ¡Vaya si lo han hecho la mayoría!
José Fernández García
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