En estos primeros días de un nuevo año que se inicia, me encuentro tratando de eliminar ciertas sobras de años anteriores en papel impreso porque no hay donde ubicarlas. Ello me obliga a limpiar de polvo el contenido de los estantes de las librerías sin cerrar, las cuales se mantienen llenas de ejemplares amontonados sin orden ni concierto por su cantidad.
En uno de esos momento de tan desagradable tarea, mis ojos detectan un par de libros del autor Antonio Burgos que, en su día, leí con interés por tratarse de sus experiencias personales con "Gatos". Sus títulos son: "Gatos sin Fronteras" y "Alegatos de los Gatos".
La excelente pluma del buen escritor Burgos, me hizo entender el mundo de los felinos domésticos, bajo otro punto de vista ya que en mi memoria perduraba, un hecho poco favorable para el gremio. Mi experiencia personal, al contrario de lo narrado por Antonio Burgos, en las historias de: "Rómulo, Remo y Adriano", fue vivida durante mi infancia, en la época en que la escasez de alimentos era notoria, no sólo para las personas, sino para todo animal doméstico, obligando a los felinos, aves, cerdos..., a comer cualquier cosa que hubiera a su alcance.
Con los gatos de aquellos años se daba el caso que por descuido de la cocinera o comensal, cuando rondaba cerca algún felino de casa o callejero, solía desaparecer la ración de alguien que solía ser el más problemático para reponer después su falta. Uno de estos mañosos robos fue hecho, una vez más, por el gato de un vecino que degeneró en un desagradable desenlace. Lo que unido a otros casos perjudiciales para mí, hizo que mi animadversión en contra del gremio felino en general, se prolongara hasta hoy.
Hoy aunque ya lo había descrito Antonio Burgos, el negocio de fabricación de productos para mascotas es muy amplio. Empresa como Royal Canin, Purina, affiniti, Whiskas..., ofrecen además del alimento idóneo envasado que no hay que preparar, multitud de artículos que uno se niega a asimilar aunque se vean. Como se sabe también en La Bañeza contamos con la empresa SAN DIMAS que fabrica y distribuye alimentos para mascotas de todo tipo, así como infinidad de complementos que la sitúan a la altura de la multinacionales en ese mercado.
Comienzo el relato ofrecido con esta introducción: hace un par de años una persona de la familia adquirió un gato Persa de carácter muy dócil, en el negocio de un criador, con idea de convertirle en gato terapéutico familiar, fue un gran acierto como descubriréis al conocer la historia que sigue.
Es la primera experiencia de un "gato en casa" que trajo consigo bastante desagrado, por aquello de mi rechazo del ayer, unido a lo de no saber que hacer en caso de necesidad, de ir encontrando pelos en la ropa y por todas partes, de tener que comprar comida especial, así como la arena y los utensilios propios del caso.
La idea fue muy calculada por nuestro familiar, ya que sabía lo de mi antipatía hacia este tipo de animalillo como mascota casera. Primero fue traído un fin de semana como muestra novedosa de su raza. Durante la que se nos hizo notar su mansedumbre, unido a las demás cualidades argumentando:
"Ya se que no te gustan los felinos pero es que este, tiene mucha clase y gran pedigree. No maúlla, no es quejoso, no araña, ni muerde porque es muy buenin".
Lógicamente no iba a renunciar a mi desconfianza de buenas a primeras. Claro que todo animalillo bebé es atractivo, así que resultó algo expectante por el momento, sin que pasara de ahí. Al pasar el fin de semana, se lo llevaron para su casa, quedando aliviado por mi parte y nada convencido de las bonanzas que decían poseía el minino. Su rimbombante nombre es Orión y estuvo yendo y viniendo, durante varios fines de semana, hasta que nos fuimos adaptando y familiarizando con su presencia.
En uno de los viajes a nuestra casa llegó sufriendo una fuerte diarrea que obligó a buscar auxilio con el Vetiranario. Afortunadamente, la profesional Belén y su equipo, tomaron mucho interés en ayudarnos en nuestra ignorancia, logrando con el concurso de mi esposa ganar la partida. Esta le tuvo hasta que hidratar con una jeringuilla, introduciendo agua de arroz en la boca, como a cualquier bebé. No se lo pudieron llevar esa semana, porque estaba necesitando cuidados continuos y adolorido hasta recuperarse.
Al sufrido Orión volvieron a llevárselo en buen estado de salud, pero anosotros nos dejó cansados por la dedicación a tiempo completo, no muy partidarios de seguir probando. Claro que la múltiples ocupaciones de la propietaria, así como la falta de obligaciones de nuestra parte, por ser mayores. Obligó a que accediéramos a tenerlo por un tiempo más largo con nosotros en nuestra casa.
Con poco agrado de mi parte, puesto que había que darle unas atenciones desconocidas por nosotros. Lógicamente el animalillo ya comenzaba a vender sus ronroneos (narrados por el autor referenciado arriba) como ladinos que son, lo que nos hacía sentir una sensación extraña. No obstante, lo desagradable aún no había llegado.
Con poco agrado de mi parte, puesto que había que darle unas atenciones desconocidas por nosotros. Lógicamente el animalillo ya comenzaba a vender sus ronroneos (narrados por el autor referenciado arriba) como ladinos que son, lo que nos hacía sentir una sensación extraña. No obstante, lo desagradable aún no había llegado.
Se dice: "fulano está gozando como un gato panza arriba". Dicho que nosotros no entendíamos, hasta que lo comprobamos. Tras una inesperada cirugía a la que Orión, tuvo que ser sometido en procura de que no llegara a marcar territorio por aquello del mal olor. Posteriormente, hubo que hacerle otra intervención más suave, pero que necesitó nuevos cuidados. ¡Gracias a Belén y su equipo!
Con el tiempo fuimos aprendiendo, poco a poco, que el felino se iba apoderando de los sitios más a su gusto, porque en verdad es evidente que se sienten los amos. No es que sean animalillos de compañía para los humanos, sino que son ellos los gatos quienes necesitan estar acompañados, cuidados en sus quebrantos, con la comida asegurada darle su baño, desenredar su abundante pelo de los nudos y manoseos que se le prodigan, entre más mejor.
En la posición que se ilustra en la foto, estuvo con la herida en la barriga, ya que los puntos le molestaban como a cualquier persona y había que tener cuidado de que no se anduviera en ella. Llevarle diariamente al veterinario en el trasportín para ponerle la inyección del antibiótico. En fin, oir sus maullidos suaves por el dolor. Fue otra experiencia poco placentera.
Caja protectora que comenzó a usar desde la primera convalecencia:
Las cajitas son un poderoso atractivo para Orión desde pequeño, cosa que aun hoy le fascina. Es increíble que, por pequeña que sea para su tamaño, se enrosca de tal manera que queda como si estuviera en un Bunquer.
Orión se recuperó bastante pronto a pesar de vaticinios contrarios, ya que hemos encontrado una serie de personas como Esther que le gustan desde pequeña. Hoy tiene una pareja de gatos en casa, siendo toda una experta que nos orienta en muchas consultas con solvencia. Sobre todo, en la forma de educarle para evitar los daños que pueden ocasionar.
Orión a pesar de su cara achatada logró lo increíble beber el agua que quedaba en mi vaso:
Beber el agua de mi vaso en la mesa del desayuno fue algo difícil para Orión, ya que su cara-nariz es achatada lo que le exigía un esfuerzo considerable. Fueron muchos los intentos para poder lograr fotos en esa actividad, hasta que se logró esta impresión, en la que se ve la lengua tocando el agua y su cara dentro del vaso.
También le da por sentarse a dormitar en el lugar del sofá de nuestra predilección. Hombre, para eso es el amo. Porque hay otros lugares en que él se ubica que nos ha hecho hasta variar nuestro propios hábitos. Ha aprendido a maullar cuando estoy en el Ordenador, en demanda de que le de los sobos.
Orión es ya un adulto que sabe más de la cuenta, obrando con cálculos para obtener lo que desea:
Orión ya crecido; cuidado, mimado, bien atendido, se siente el amo del hogar. Le gusta el sol mañanero en la terraza por la que entra. Es muy limpio para hacer sus necesidades y le encanta la tierra nueva, por lo que enseguida suele hacerle los honores aunque no lo necesite.
Se somete al baño con mansedumbre, así como a las demás necesidades como, el corte de uñas, formación de nudos por su abundante pelaje. Ingesta de Malta diaria para evitarlos. Y, sobre todo, cuando le apetece, subirse a nuestra cama palpando las piernas de cada uno hasta colocarse haciendo contacto con estas. Es despertador a hora adecuada.
La dadora- introductora de Orión en nuestro hogar, viendo los progresos alcanzados, una vez logrado vencer el rechazo de mi parte, siente que su proyecto le ha dado resultado. Es más, se ha documentado para recibir de una benefactora otro ejemplar de la misma raza con una edad mayor. Este es de pelo negro grueso, resaltan sus ojazos en contraste, su porte y fortaleza. Muestra, al parecer, un carácter fuerte que se manifiesta, sobre todo, a la hora del baño que no le gusta, ya que sus aullidos se escuchan a gran distancia.
Las ocupaciones de la dueña le obligaban a estar ausente del domicilio, por lo que le impiden atender a este felino. Ello obligó a intentar hacer una prueba, a sugerencias de profesionales, de la posibilidad de reunir a ambos gatos en nuestro hogar.
La consulta para ver si yo aceptaba la propuesta de que lo trajeran, para las fiestas de Navidad, hizo que yo recurriera a a la experta profesional Belén y su equipo, antes de aceptar.
Se me expusieron pros y contras que no se podían prever. Por lo que se me dijo: "José, hay que probar, son pocos días y es una situación nueva para vuestro gato que, como es mansurrón, no creo se ponga violento. Pero, por si acaso, hay que estar pendiente sin confiarse".
Se me expusieron pros y contras que no se podían prever. Por lo que se me dijo: "José, hay que probar, son pocos días y es una situación nueva para vuestro gato que, como es mansurrón, no creo se ponga violento. Pero, por si acaso, hay que estar pendiente sin confiarse".
Otra foto que hacía prever la envergadura de este altivo felino, daba que pensar:
El empaque de amo altivo que se nos describió por teléfono, vista su figura através de la foto, me condujo a buscar más información por lo que recurrí a Esther. Una experta conocida muy amante de los felinos, propietaria de una pareja que tiene en casa. También mima y alimenta a una veintena de gatos callejeros. ¡Eso se llama querer a los animalillos felinos!
Ella me dice: "José, es difícil saber que pasará. Lo que si le digo es que las peleas entre gatos; son terribles. Sus uñas son peligrosas y los dientes muy dañinos. Hay que vigilarles a la hora de ir a la arena y/o a la hora de la comida o a beber agua. A veces, marcan su territorio lo que acarrea peleas. Yo tengo un spray que les tranquiliza, si lo necesita se lo facilito".
Ella me dice: "José, es difícil saber que pasará. Lo que si le digo es que las peleas entre gatos; son terribles. Sus uñas son peligrosas y los dientes muy dañinos. Hay que vigilarles a la hora de ir a la arena y/o a la hora de la comida o a beber agua. A veces, marcan su territorio lo que acarrea peleas. Yo tengo un spray que les tranquiliza, si lo necesita se lo facilito".
Bueno, gracias Esther, por tanta ayuda que nos prestas con tu amplia información, se ve que eres toda una experta. Ya cuando los veamos juntos, si se decide que el terror Mágico venga, te pediré ayuda si es necesario. Yo, tengo cierto temor porque el visitante se ve muy fuerte, por lo que el nuestro como es mansurrón, se meterá debajo de la cama para evitar daños.
La primera pelada de Mágico fue decisoria para permitir que lo trajeran a prueba:
Después de ver esta otra foto con la primera pelada del posible visitante me hizo pensar en que quizás, los temores sobre su fortaleza eran algo infundados. También me ayudó un contacto directo sostenido en su hábitat, pues me aceptó con bastante complacencia. Me permitió sobarle mientras comía e incluso, a la hora de darle su Paté y la consabida Malta, era gustoso de acudir a mi llamada para degustarlo. Es buen comedor, está lustroso y se le nota su Pedigree.
También hubo acercamiento por su parte a la hora de reposar en el sofá, antes de mi marcha. En fin, no me pareció violento aunque sugerí que, el día antes de ir a nuestra casa, habría que cortarle las uñas al visitante, así como al nuestro antes de juntarles.
Parece ser que tras mi despedida hubo un ratillo en el que el Mágico, me estuvo buscando aunque no se si fue realidad o que se me intentó halagar, para que no hubiera reparos de mi parte.
El día 23 de diciembre de 2011, llegaron los primeros instante en los que iban a surgir los interrogantes con sus respuestas. Al visitante metido en su transportin del largo viaje, se le fue acercado el Orión anfitrión que, en principio, nada manifestó en contrario. Perdiendo pronto el interés hasta que pusieron la arena del visitante cercana a la a la del de casa (contrario a mi opinión de situarlas separadas). Entonces el anfitrión comenzó a oler todo lo del otro hasta que dejo de hacerlo, buscándole para lo que fuera.
Se sacó al Mágico del trasporte para que fuera a explorar el nuevo hábitat y/o a hacer sus necesidades. Este con la novedad recorrió la mayor parte de la nueva casa. Metiéndose incluso debajo de las camas para velar por su seguridad, cuando el anfitrión comenzó a seguir sus pasos.
El visitante debido a que en la casita del anfitrión, pusieron un par de sobres de Valeriana, no tardó en meterse en ella. Lo que el casero aceptó aunque estaba observando con cierto recelo, sin mayor interés.
Lo que provocó un tremendo primer gruñido del gato casero que hizo alejarse al visitante, fue la necesidad de ir a la arena. Hubo que agarrar al anfitrión y acompañar la dueña del hogar al visitante, para que una vez solucionado ese tema con ambos separados, se optó por aplicar dicha solución. Fuera de eso, se iban aproximando uno al otro, aunque el anfitrión ocupaba sus sitios habituales, obligando al visitante a aproximarse con cierta cautela.
En el cuarto de mi oficina se divisan a ambos el visitante negro pendiente del anfitrión:
Puede verse a ambos gatos uno a cada lado de la puerta cercana, lo que hace presumir que se cuidaban entre sí, como quien no quiere la cosa.
El Mágico intentaba acercarse al anfitrión con mucho cuidado, como si fuera a cazar un ratón. El de casa le dejaba hacer con recelo, hasta que se agarraba a cada uno y se les ponía a olerse entre sí.
Parecía que se iban aceptando pero cuando el visitante salía de un sector, el otro iba detrás hasta llegar a la ubicación de la arena. Entonces, el de casa, gruñía rabioso atacando al foráneo a mordiscos, obligando a tener que ir a separarlos.
En esta foto, se aprecia que el visitante acosado, se baja de la mesa en que están ambos y dependía de que se quedara abajo, o siguiera para el pasillo, lo que ocurriría después.
En el primer caso el anfitrión se quedaba en su mesita, en caso contrario, había persecución para que no fuera el visitante, a utilizar su arena, ya que el de casa debía de suponer que toda era de él.
En el primer caso el anfitrión se quedaba en su mesita, en caso contrario, había persecución para que no fuera el visitante, a utilizar su arena, ya que el de casa debía de suponer que toda era de él.
No pasaba lo mismo con la comida y/o el agua, pues cada uno comía o bebía lo del otro de cualquier cacharro. En fin, nos tocaba a todos aprender de tal situación, en la que todo iba bien hasta que el visitante se iba hacia la arena. Parece ser que el de casa marcó ambas porque consideraba que eran suyas.
Intento de que se durmieran juntos que fracaso según muestran los ojos del visitante:
Fue en ocasión de dormir juntos aunque el visitante escamado, mantiene sus ojos abiertos en alerta, lo que hizo suponer que no seria un hecho de hermanos el final.
Se procedió a darle al visitante a oler una bolsita de Valeriana, ya que nos lo había recomendado otra experta que decía, les atraía mucho.
Algo influyó en quitarle agresividad por lo que se pudieron ver, casi uno encima del otro, sobre una manta del anfitrión, según muestra la foto siguiente. Generando en las personas cuidadoras algo de confianza de que quizás no habría más peleas.
El anfitrión ocupa la mayor parte de la manta aunque permite que el visitante apoye la cabeza:
Al parecer calmados ambos se pusieron a dormir en la manta, pareciendo que todo iba sobre ruedas por el rato que estuvieron así. Pero, al irse el Mágico, el otro le siguió por si iba para la arena aunque no era así, hubo un nuevo gruñido de ataque del anfitrión que volvió a necesitar, nuevos regaños para ambos.
Los dos primeros días no se les permitió mucho acercamiento sin vigilancia, después se les fue acercando. Dejando cierta libertad aunque no era para descuidar la agresividad. Se intuía que el amo era el anfitrión que sin tener la supuesta fortaleza del visitante, obligaba a este a abandonar un lugar, gruñendo y hasta mordiéndole.
El anfitrión Rey del entorno y de la casa coronado en Navidad:
¿Quién iba a sospechar que este mansurrón anfitrión que parecía tan bueno, según decía su cuidadora cuando le mimoseaba, iba a sacar ese carácter y temple, para obligar al visitante mayor en edad, tamaño, fortaleza y presencia, a tener que esconderse? .
Ello se hizo evidente en varias ocasiones, llegando a traer al consciente aquel antiguo dicho de: "Dios me libre del agua mansa que de la corriente, me libro yo".
Es más, en aquellos momentos de ataque en los que el anfitrión, al parecer, defendía su todo. Hacía difícil hacerse con él para llamar su atención, para que depusiera sus agresivas maneras.
Claro que pasando el arrebato inicial, ambos deseaban contactar como si no hubiera pasado nada. Tampoco se notaba su presencia durante las noches, por permanecer durmiendo cada uno con sus dueños, en habitaciones separadas y puertas cerradas.
Los dos gatos en las manos amorosas de la cuidadora del hogar, pararon poco en esa posición aunque les hablaba con dulzura, tratando de que se prolongara la misma.
Ellos preferían bajarse optando por quedarse uno frente al otro por aquello de que, en el momento en que uno saliera del salón, el otro iba detrás sin que pasara nada.
Eso sí hasta que el visitante se dirigía a la arena porque, entonces, de inmediato salia el anfitrión, no se sabía de donde, como un rayo, a impedir que usara cualquiera de las bandejas con la arena.
El Mágico el día de la partida pareció que lo presentía, porque se veía algo triste aunque iba a ser llevado para su entorno que, como es lógico y natural, él volviera a estar en su ambiente sin tener que compartir su hábitat con otro.
Sin embargo, el Orión ya libre del intruso, a la hora de tener que realizar sus necesidades en la arena, parecía que estaba desconfiado de que el otro, pudiera aparecer para ocupar su espacio. Del resto se le ve más contento sólo que acompañado, correteando por el amplio espacio, poniéndose en su atalaya para recibir los rayos solares, llamando a la cuidadora para los sobos y demás. De vez en cuando, se aventura a entrar a mi despacho para que le acaricie como a él le gusta. ¡Como buen felino se las sabe todas!
En conclusión, pensamos que es difícil dar una opinión sobre el resultado completo de la prueba, un tanto agridulce por ser la primera, pues pensamos que habría que llevar al Orión, a la casa de sus primeros meses de vida, donde ahora está el Mágico en su hábitat, para ver como se comportarían ambos allí. No obstante, creemos que para la Terapeuta ha sido un gran éxito el alcanzado con el proyecto. Pues Orión ahora, además de entretenernos, poco a poco, nos vamos encariñando con el minino porque tiene detalles con los que se lo gana.
En lo personal si puedo indicar que para mi esposa, ha sido un estímulo muy beneficioso. En lo tocante a mi caso, este felino ha conseguido vencer mi rechazo ancestral hacia el gremio gatuno, haciendo que vea las cosas bajo otra óptica, sobre todo, debo reconocer que he logrado contactar con muchas personas amantes de los gato, estupendas en ayudar a otros reacios a reconocer los puntos positivos del gremio.
Si el tema que ofrezco hoy es del agrado de los visitantes del Blog, quizás me anime a reseñar más adelante, la increíble historia del gato Oscar y la de una joven que, en estos momentos, me han parecido muy curiosas e instructivas.
Vaya desde aquí mi reconocimiento para todas las personas que me nos han ayudado, en esta experiencia y esperamos continúen enseñándonos, añadiendo para todos un: ¡Muchas gracias!
Sin embargo, el Orión ya libre del intruso, a la hora de tener que realizar sus necesidades en la arena, parecía que estaba desconfiado de que el otro, pudiera aparecer para ocupar su espacio. Del resto se le ve más contento sólo que acompañado, correteando por el amplio espacio, poniéndose en su atalaya para recibir los rayos solares, llamando a la cuidadora para los sobos y demás. De vez en cuando, se aventura a entrar a mi despacho para que le acaricie como a él le gusta. ¡Como buen felino se las sabe todas!
En conclusión, pensamos que es difícil dar una opinión sobre el resultado completo de la prueba, un tanto agridulce por ser la primera, pues pensamos que habría que llevar al Orión, a la casa de sus primeros meses de vida, donde ahora está el Mágico en su hábitat, para ver como se comportarían ambos allí. No obstante, creemos que para la Terapeuta ha sido un gran éxito el alcanzado con el proyecto. Pues Orión ahora, además de entretenernos, poco a poco, nos vamos encariñando con el minino porque tiene detalles con los que se lo gana.
En lo personal si puedo indicar que para mi esposa, ha sido un estímulo muy beneficioso. En lo tocante a mi caso, este felino ha conseguido vencer mi rechazo ancestral hacia el gremio gatuno, haciendo que vea las cosas bajo otra óptica, sobre todo, debo reconocer que he logrado contactar con muchas personas amantes de los gato, estupendas en ayudar a otros reacios a reconocer los puntos positivos del gremio.
Si el tema que ofrezco hoy es del agrado de los visitantes del Blog, quizás me anime a reseñar más adelante, la increíble historia del gato Oscar y la de una joven que, en estos momentos, me han parecido muy curiosas e instructivas.
Vaya desde aquí mi reconocimiento para todas las personas que me nos han ayudado, en esta experiencia y esperamos continúen enseñándonos, añadiendo para todos un: ¡Muchas gracias!
José Fernández García
(C.I.B.)
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